Por su parte, el jugador se convertía en esa misma cita en el que consiguiera la mayor anotación de la historia de la liga y del club en un partido, aún vigente, nba shop con 65 puntos. La franquicia vive de espaldas a todo lo anterior a su traslado a Los Angeles, y el único recuerdo que había en el pabellón a George Mikan y sus compañeros (leyendas por mérito propio, como Jim Pollard o Vern Mikkelsen, entre otros) era una bandera en la que se apelotonan todos sus nombres.